por F. Javier Rascón | Oct 15, 2018 | Jarabes de letras
El niño permanece casi oculto entre las mantas, asomando bajo el embozo la cara rosada y húmeda por la fiebre. Respira profundo y lento, como las horas que lo acompañan. Su madre, sentada en el borde de la cama, le acaricia los mofletes hinchados...