Un botellón en las tinieblas

Un botellón en las tinieblas

Teníamos tantas ganas de volar que no esperamos a que se nos secaran las alas recién pintadas. Libres, nos creíamos. Con derecho a pisar por encima de la ley de la vida, esa que no escriben los hombres, la que hiere y mata porque sí, esperando a que te burles de ella...